
(Aporte de Christopher)
Disclaimer: Si creen que Hache es evangelizador (o los convenció Haym), cuando terminen de leer esto pueden decir de mí que soy Adventista, Testigo de Jehová, Pentecostal, Talibán, Mormón, o todo junto. Así va la cosa, pero no temed, que tampoco estoy enamorado del hombre o algo así. Trataremos de ser objetivos, pero a modo de advertencia (o como dice Proz, “cláusula de exención de responsabilidad”) lo que motiva este texto es una idea muy fácil de entender, pero difícil de compartir: Si vas a pintar un cuadro cubista, más vale cachar a Picasso, ¿no? Si vas a escribir reviews de discos más vale conocer a Lester Bangs, que inventó y dijo gran parte de las cosas que se están haciendo aquí mismo. Si vas a escribir otra cosa, da lo mismo y muy bien por ti. Veamos:
"!A ver, conchadesumadres. Soy tan buen escritor como cualquiera de ustedes. O me publican o me dicen por qué!"
Eso decía la nota que acompañaba el artículo que Lester Bangs envió a la Roling Stone (el 69) después de recibir un par de rechazos.
Por supuesto que lo publicaron.
Por supuesto, al poco tiempo lo despidieron por negarse a escribir artículos adulones y por «faltarle el respeto a los artistas». Se cambió a la Creem magazine y al poco tiempo se había convertido en el mejor crítico de Rock de la historia y en una leyenda.
Leslie (como lo llamó su madre) es una especie de versión hiperinteligente, hipersensible, altanera y punkie de H. Thompson (a quién odiaba, lo definía como su Némesis). Si alguien le preguntaba, hubiese dicho que antes de ser crítico de Rock era un escritor (sus influencias directas: Burroughs y Kerouac). No le interesaba escribir para los señores de terno, sino que para los iniciados. No le interesaba escribir grandes historias, sino que hablar de lo que le gustaba, reflexionaba y (claro que sí) envidiaba: Rock’n’roll (que aunque no estén de acuerdo, infieles, no es simplemente hablar de canciones, discos y bandas, ni de escupir moralinas mientras una gruppie te baja los pantalones y....).
Pero la firma de Bangs no pasa necesariamente por ser un buen escritor, que lo es, ni por ser original, que lo es, sino que por sus férreos patrones morales que probablemente nadie en el mundo comparta pero que se agradecen no sé muy bien para qué ni porqué, pero se busca en cualquier escritor que valga la pena porque así es y ha sido siempre porque si no el resultado no tendrá espina dorsal y no vale un peso y mejor que se lo coman los perros. Así que crítico-crítico de rock, no sé, porque está claro que los críticos de rock se dividen entre adolescentes que se tragan todo y siúticos que hablan desde un pedestal. Bangs se metía en el medio. Una anécdota para ejemplificar: A pesar que de joven tocó harmónica en una banda llamada pomposamente “Thee Dark Ages,” la primera vez que se subió a un escenario masivo fue cuando el manager de la J. Geils Band (el 74) le dijo que se parecía a Rob Schneider. Ofensa más ofensa (“La única diferencia entre ustedes los músicos y nosotros los periodistas de rock es que la gente puede verlos hacer lo que hacen” respondio Bangs) terminó en un desafío (“por qué no te subes al escenario con nosotros esta noche? haces lo tuyo y vemos qué pasa?”) y finalizó con Leslie acompañando a la banda con su máquina de escribir escribiendo la reseña del show a medida que iba ocurriendo frente a doce mil personas (aunque dice que lo único que escribió fue “VDKHEOQSN-CHSHNELXIEN(+&H-SXN+(E@JUIDHUIEFDHN?”).
Bangs fundó su leyenda (y su escuela) al echar sobre su espalda el desafío de entender el Rock como si fuera literatura, criticarlo como si se tratara de una gran narración, y por sobre todas las cosas meterse entre medio: de pronto decir que Lou Reed (anteriormente su ídolo) era un conchesumadre que sentía desdén por su público, desconfiar del verdadero valor de Zeppelin, haber inventado-fijado (nadie se atreve a asegurarlo) la nueva acepción del término punk, decir de Bob Marley que era un hippie (la referencia es malintencionada y está sacada de de contexto, pero se entiende,) definir a Sabbath como “la primera banda de Rock católico,” poner al jazz y al punk en el mismo nivel, hacer carretes con los Voidoids, Los Ramones, Patti Smith, Blondie...
La lista podría alargarse por kilómetros.
Ahora bien: los que pensaron que un crítico de rock (un crítico de arte, de libros, de vinos) no tiene la altura moral para tirar mierda a diestra y siniestra porque no se mete en las trincheras probablemente tiene toda la razón. Pero no con Leslie, porque estuvo en las trincheras varias veces (como era de esperarse, no le faltaron los tomatazos porque hay gente envidiosa en este mundo y además porque a quién no le gusta hacer mierda a los que tiran mierda).
Leslie alcanzó a sacar un solo disco en vida, "Jook savages on the Brazos" (el 80) con una banda tejana llamada "The Delinquients". Según él, lo grabaron en 16 horas. Es punk, y se parece a muchas otras cosas que ya han escuchado, pero la gracia son las letras, que quieren ser graciosas y terminan siendo tristes. Hay otro disco, que grabó con Mickey Leigh (el hermano de Joey Ramone) que se llama "Birland with Lester Bangs", pero que apareció después de que se muriera el 82. Éste es mejor.
Bangs se murió de un resfriado. Está bien, de una sobredosis de valium y Darvon, un remedio para la tos: suicidio presumido, muerte de rockstar (su biógrafo asegura que estaba escuchando la canción "dare", — atrévete — de The HUMAN LEAGUE)
Muchas cosas más se podrían decir (qué más quisiera este periodista), pero es mejor leerlo en sus palabras, así que adjunto al disco 80 páginas de su obra.
Lester Bangs en
Wikipedia (En Inglés).
Lester Bangs en
allmusic.com (En Inglés).
Jook Savages on the Brazos en
allmusic.com (En Inglés).
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